Se han mudado a la vecindad un par de polluelos gigantes o una especie de mutación ovípara; algo así como unos Gallipavos por desentonados y desafinados o bien pudiera decir que es un gallito presumido por fanfarrón y querer a darse a notar todo el chingado día.
Grrr quisiera, quisiera, quisiera poder cargarlo sobre mi cabeza y lanzarlo hasta dejarlo caer en una pequeña isla desértica suficientemente grande para que quepan sus patitas, con zacatito para que tenga que comer, donde pudiera ser feliz, gritar todo lo que quisiese cuando lo gustase y que nadie lo moleste por ser tan enfadoso. ¡Che, Gallo Cantor!
martes, enero 08, 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario