miércoles, enero 21, 2009

SMUACK!

No puedo, ni sabría como describir un beso mío; solo se que cuando los doy, me entrego por completo – por eso no beso a cualquiera, ni por cualquiera me dejo hacerlo-.

Son contadas las personas de las cuales recuerdo sus besos a detalle. De dos de ellas Iván y Barak, lo hacían muy bien, y recuerdo muchos de nuestros besos, mas no recuerdo/revivo sensaciones – y eso que son las personas a quienes mas bese en el pasado. Cuando veo una boca y lengua como la de Luis me llegan sensaciones a la mente que se convierten en escalofríos parecidos a los que dan después de tomar algún jarabe del IMSS. Los besos de Rolando y los de Alberto, son los besos insensibles, nunca me hicieron sentir nada – incluso dude que tuvieran lengua alguna, nada, nada se sintió-.

Si una boca tiene mal aspecto visual, jamás me acerco a ella; si tiene mal aliento jamás roso sus labios, si un beso no me hace cerrar los ojos, inmediatamente me pongo en el mood de “alejate lo antes posible”.

Un beso para mi es tan importante, que sin ellos no existiría una relación en pareja…

. . .

Lo primero que conocí de Karla, fue su boca – antes de dejarme cohibir por esa mirada que lanzan ese par de ojos negros -. Soñé y fantacie por mucho con esa boca que me tenia como idiotizada. La carnosidad, la forma de la M que se le marca, la textura tan suave que se aprecia. Me tomo alrededor de 7 meses experimentar sus labios con los míos – no pudo ser antes, por que la distancia no nos lo permitía-.

Cuando por primera vez pegue mis labios con los de ella, sentí recorrer esos 30 centímetros que nos separaba como un vértigo en caída; mi estomago estaba que no se controlaba por el nerviosismo, pero solo me deje caer como en un bungee hacia ella; al tocar sus labios con los míos fue como caer en blandito. SMUACK! – Se escucho- abrí los ojos para despertar, sacudirme y darme cuenta que era real.

Sonreí toda la noche y coqueteé con ella como nunca lo había hecho con nadie. No tenía prisa para más besos, sabia que habrían más por muchos años más.

Siempre me han dicho que mis besos son muy buenos – eso no lo puedo constatar- solo se que mi boca se amolda a la de ella de tal forma que pareciera que bailáramos con nuestros labios y nuestras lenguas giraran en medio de la pista; nunca hay una boca mas abierta o mas cerrada, ni movimientos mas rápidos o lentos, nuestros corazones laten con tal ritmo que marcan el danzón.

Por mucho, Karla me ha dado los mejores besos jamás experimentados en mi corta vida a su lado; que si solo pudiera llevarme una sola cosa en la muerte, seria uno de sus besos.

Cuando en estado de suspiro en la obscuridad en medio del sauna de nuestra habitación me dice “faabi tus besos…”; mi corazón late de gozo al saberse estar a su altura.

~ Nena, es un Honor para mí compartir saliva por esos 1,721 días desde aquel primer beso.

3 comentarios:

Lalita dijo...

Mis besos deben ser los más horribles del mundo xD.

Lindo relato :).
Saludos

Catastrophe K dijo...

Yo lloro de ternura...

Unknown dijo...

Guauuu!!!! conmovedor y que locochon cuentas los dias eso si es Freak...