Poste A: el regalo

Había andado super presionada/tensada/estresada y demás adjetivos que definan “con el culo en la mano”, de los nervios que acontecían alrededor del cumple de la media naranjita.

Resulta que un día después de shopping, sentada en casa se me prendió el foco y supe que le regalaría –el gusto ilumino mi rostro con una gran sonrisa-. Tenia las medidas en la mente y podía visualizar el espacio adornado con mi regalo y ella disfrutándole plácidamente, mientras saborea un café al leerse un buen libro, la luz del sol por la ventanita a un lado iluminando su silueta, el caer del agua en esa fuentecita home-made … todo era perfecto.

- No se si es por que suelo ser una indecisa e insegura … o por que quería alardear con mi gran ideota, que le conté del regalo a dos que tres personas. Todas pusieron cara de WTF, ósea quien regala un sillón!?.

Así es, regale un sillón – no es para la casa, no es de la comunidad, es un espacio que le pertenece exclusivamente a la reina de la casa. (Es algo así como un trono) …

Lo que me castro es que según yo hice todo super underground para realmente sorprenderla, la muy canija supo que botones presionar y se entero por mi – bueno en realidad solo lo hizo para sacarme la verdad de lo que ya imaginaba- … BITCH!! Como chingados pudiste saber, si nadie regala un mueble así de cumpleaños, se suponía que tendría que ser original.

En fin, no necesito preguntar si le gusto el regarrote; el simplemente verle ahí acurrucad como un bebe No tiene precio.

Para los otros momentos, existe mastercard (lo que me recuerda, ya tengo que abonar)