A veces te leo y quisiera gritarte – Eso! Eso que describes ahí es lo mismo que siento! Eso mismo es lo que deseo!-

Leo tu melancolía, esa sensación que emanas de desear algo mejor un mundo perfecto con El; El deseo de poder andar por las calles y sentirte tan en confort.

Esas mismas sensaciones cuando se ve la felicidad disfrazada en sonrisas de otras parejas, esas caricias discretas en la rodilla que están a la luz de todo el mundo, esa libertad de poder amarse con miradas y besitos en multitudes tanto como en tus aposentos, sin temores a nada, sin prejuicios, sin preocupaciones.

Ese deseo de ser mejores que los demás, esa libertad de poder gritar al mundo tu amor si así lo deseases; de poder presumir tus experiencias con los que te rodean.

Llevo pareciera toda una vida deseándolo tanto que hoy ya hasta me parece una fantasía sin fundamento; mi coraza cada vez endurece mas que desea menos, mi alma se torna fría sin expectación alguna. Ahora veo a la ventana y veo ese sol que brilla y ya no me parece un gran día como solía hacerlo, ahora es un sol que quema y achicharra mis esperanzas.

Esos sueños de niña y un mundo color de rosa se ven opacados por la áspera realidad, el mundo no es perfecto, nadie es libre.

Ayer tome una decisión; y se que si quiero hoy poder seguir adelante, tengo que aceptar las cosas como son, por que no tengo opción alguna.

Ese mundo que deseas con El, es el mundo que pongo a tus pies; Ese hueco a sabor amargo, es el mismo que me trago. Nuestro mundo no es perfecto, ni tú ni yo somos libres.

Así que por ello, custodio con pasión esa luz que me mantiene viva, no hay ventarrón tan fuerte capaz de apagarle, el oxigeno del mundo le alimenta; así que mientras haya vida tendré la luz que me permita ver todo el amor entre nosotras, fuente de energía, energía que da vida.