domingo, noviembre 04, 2007

No recuerdo a detalle la versión original de cuando el viento también tiene miedo de las chiquillas castigadas en el internado espantadas por el malévolo fantasma de la suicida ahorcada.

Recuerdo que si me ponía los bellitos de mi piel erizos, especialmente el viento y el como azotaba las ventanas cuando menos te lo imaginabas, el echo de que las chicas estaban castigadas por un verano en su colegio citaba un buen argumento para la historia y era muy creíble. Además de que la mayoría de las escenas eran nocturnas, lograban que el nervio te mantuviera fijo al televisor.

Hoy esta nueva versión esta pasadera, para los que les gusta las cosas a medio coser. Aunque no recuerdo la razón del porque se suicido la fantasma, -se que fue por culpa de la directora- pero definitivamente no fue por el triangulo lésbico en el que plantaron esta nueva historia; ósea ahora ya todas las nuevas películas mexicanas tendrán que tener el toque gay para estar en onda. Sin pretenciones de caer en el malinchismo; No! Chinguen con tanto pinche desnudo, fue casi como lo diría facundo – premio a la mas puta- ¿haber de ustedes levante la mano quien quiera enseñar las chiches y la conchita?, y la muda?! Para que chingados estaba, no hizo nada la vieja, ni un intento fallido por gritar de horror, es mas ya de perdis hubiera salido montada en el perro tipo la jinete de cómo agua para chocolate.

De las cosas que no entendí, fue la locura de la directora en fingir que tenia un hijo al cual le contaba santo y seña su día al teléfono, ósea ¡¿eso que?! ¿Cual era el objetivo? O los cubiertos de plástico, si lo que se pretendía era plantear que era por seguridad a los impulsos agresivos de las internas, pss les falto mucho por proteger, mejor las hubieran ubicado en un hospital. El uso excesivo de palabras altisonantes fue de más, es mentira que en México solo así hablemos, ya chole con tratar de ser tan ‘reales’ por que solo caemos en la falsedad.

No todo fue tan malo, aun así que la original es por mucho mejor, creo que esta cinta esta mejor que el kilometro 31 – aunque sea por que se robo el titulo de una verdadera película de culto mexicana. Lo que si puedo decir es que la Martha Higadera como siempre dejo su impresión al desnudo – que para mi gusto fue uno muy malo, no se si sea que no tiene nalgas o que la cabeza la tiene muy grande, ero simplemente no me likea- aunque esto ya era un hecho. Lo que pronostico de esta película es que se convertirá en el segundo clásico de terror para la comunidad lésbica, (entre ellos esta GIA y la letra L)

Y recuerden que las películas con palomitas y mayonesa se disfrutan mejor.

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