martes, diciembre 04, 2007

Recuerdo como hace algunos años vivía con un régimen anti celulares; a pesar de que se convertía en un artefacto tecnológico de moda, mas que necesario, tenia los medios económicos para seguir la onda popular, me reusaba a adquirir alguno.

Mis amigos y compañeros de trabajo solían sorprenderse tanto que Yo aun en el siglo XXI no poseía ni siquiera el nivel básico de esta tecnología. A mi llegada a esta ciudad, me vi casi forzada a adquirir uno, fui al oxxo mas cercano y compre el mas barato; pantalla monocromática, color gris opaco, con un Font tan grande que apenas se leía una palabra por ventana.

Poco a poco se raspo, maltrato y perdió su sonido, la euforia por subirme a la ola celuloide aun no me llegaba; azote tanto mi teléfono que me sirvió mas como un anti estrés que un medio localizador.

Han pasado ya tres años y medio de aquello, y hoy a tres semanas de haber recibido mi nuevo celular –mmh suspiro de solo recordar aquella tarde en que vi aquella cajota rosada resguardando mi preciado regalo- y no!, no exagero.

Mi nuevo celular, me encanta!!! No puedo creer que no lo presumí en tiempo. Lo llevo conmigo todo el tiempo, tomo fotografías de todo, juego por horas, escucho música y por las mañanas mi estación favorita de radio, sincronizo todos mis contactos en línea con los de mi teléfono y además mi agenda laboral la puedo ver desde la palma de mi mano; he agotado todas las ofertas incluidas en el paquete para localizar de la manera mas económica a mis amigos y me encanta la presentación tan profesional de los mensajes multimedia. Además mi nuevo celular es encantador, tiene el tono perfecto para despertarme todas las mañanas de una forma tan delicada que hasta gusto da amanecer.

Ahora mi celular posa armoniosamente a un lado de mi equipo de trabajo, haciendo un equilibrio tecnológico con todo lo que me rodea. Como dice Rolando -estílelo, para que vayas en tus cenas de trabajo no te de pena sacarlo-.

Se ha vuelto tan indispensable que no puedo creer como viví sin uno antes. Gracias amor.

No hay comentarios.: