viernes, enero 11, 2008

Soy una persona muy agradecida, es decir aprecio y reconozco los detalles hacia mi persona, me hacen sentir muy bien y me gusta replicar ese sentimiento.

Nunca le hare mala cara a un regalo/regalito por muy fuera de mi gusto que este fuese. Aun así a mi alrededor la gente que me conoce se le hace muy difícil encontrar algo ideal para regalarme en mi cumpleaños o navidad – ¿no entiendo por que? Si así me regalaran una hoja de un árbol yo seria feliz.

En mi cumpleaños pasado mi nena me regalo un celular del cual quede súper encantada – adoro los gadgets- lo cuidaba bastante, fui tan nacaranda de no quitarle la protección plástica para no rayar la pantalla; soy tan tacaña con mi persona que un regalo así nunca me lo hubiera realizado yo misma, aun a sabiendas de tantas horas de diversión que me traería un aparato como ese.

Un día escuchando la radio en mi celular, note como el volumen desapareció; lo primero que pasa por mi mente es que se desconecto el audífono, saco el celular de mi bolcillo y para mi sorpresa veo como la pantalla de mi celular estaba estrellada.

¡Que! No entendía que había sucedido, intente atinarle a los botoncitos y volver a sintonizar la estación, pero fue en vano; mi tristeza era tan grande como la preocupación que sentía al tener que confesar a mi nena que había estropeado su regalo –pensé que creería que no lo había apreciado- aunado con la angustia de tener tantos gastos (después de navidad) que no tendría dinero para repararlo.

Ayer, después de casi una semana del incidente, lleve al taller a mi pequeño celular y el costo por curarlo será mas económico que lo que pensé. Prometo cuidarlo mejor y divertirme horrores.

No hay comentarios.: