domingo, enero 28, 2007

Puedo soportar insultos, desmanes, inclusive golpes durante una riña; se que cuando la cordura se pierde, se pierde el control también.

Que me han llamado pendeja, que me han mandado a chingar a mi madre, que me han dicho loca, estúpida, idiota. ¿¡Que importa!? Que hoy veo los rasguños y moretes en mi cuerpo, - ello no es nada- que me siento humillada al ser empujada contra los muebles, que con la punta del pie en mi pecho me hacen perder el equilibrio y al suelo me mandan.

Que Yo no puedo ser así, -no tengo derecho a quedar mal- . Que mi comportamiento causa una ira como para quemarme viva.

¿Acaso lo que tu haces no es lo mismo que enterar a los vecinos?

No tenias que decirme para darme cuenta por que lo dejaste en pausa, te conozco tanto que reconocí tu comportamiento. ¡Eres buena!, -que digo buena-, Eres la mejor cuando de destrozarme en autoestima y mi persona se trata.

Bravo! Bravísimo, que lo disfrutes.


Lo único que quería era que alardearas de mí como lo haces con el resto. Yo por mi parte no temo esconderte y se claramente a quienes les confió mi vida. No me confundo por que no voy por ahí buscando nuevas sensaciones. (pero parece ser, que si hablas de mi y me dejas plasmada en tu diario, es solo para humillarme).

No hay comentarios.: